¿Podría colapsarse Internet durante una pandemia? - Tecnología ISH

¿Podría colapsarse Internet durante la pandemia?

Ya sabíamos que Internet se había convertido, desde hacía tiempo, en algo esencial para el mundo moderno. Pero creo que nunca habíamos experimentado realmente la importancia de la red para el funcionamiento de nuestras rutinas.

Esta idea quedó clara después de que muchas personas se encerraran en casa, siguiendo las recomendaciones de distanciamiento social para evitar el contagio del nuevo coronavirus. Aislados, todos tuvieron que trabajar a distancia, estudiar en línea y chatear con amigos y familiares a través de las pantallas. El número de accesos simultáneos puede ser el mayor registrado en la historia, lo que afectó a la velocidad de la red.

Pero, ¿puede detenerse Internet durante una pandemia?

El impacto fue significativo sobre todo en los países con más casos de la enfermedad. En Italia, por ejemplo, el tráfico de Internet ha aumentado un 40%. Mientras que antes el uso se concentraba en las empresas y durante el horario laboral, ahora la gente navega a través de VPN, celebra videoconferencias y busca datos, todo ello desde casa. El streaming, que ya era uno de los mayores consumidores de Internet, también ha crecido. Con tanta gente dentro de casa, Netflix, Amazon Prime y otras plataformas se han convertido en una necesidad incluso para quienes no tenían el hábito de conectarse.

Y a medida que aumenta la demanda, la tendencia es que bajen las velocidades de conexión y aumente lo que llamamos latencia, que es el tiempo de respuesta de Internet. Cuando esto ocurre, lo que hay que ajustar no son los paquetes con franquicias o mayores velocidades, sino la infraestructura. Si no se ajusta la demanda y el número de personas que acceden al mismo tiempo, la navegación seguirá siendo lenta.

Aquí en Brasil, los operadores han estado aumentando la velocidad de los clientes para aliviar cualquier tipo de problema. Sin embargo, ampliar la conexión no servirá de nada si la infraestructura no puede soportar la gran demanda que se avecina en las próximas semanas.

Ha habido gobiernos que han pedido a las empresas de streaming que reduzcan la calidad de los vídeos generados. En algunos países se ha inhabilitado la calidad 4K. Google, Netflix y Facebook fueron algunos de los gigantes que adoptaron la medida. En Brasil, la reducción de la calidad de imagen fue anunciada por Netflix, afectando a todos los suscriptores en territorio nacional. Técnicamente, hubo una reducción en el bitrate utilizado durante la transmisión. El propio Netflix informó que el tipo de racionamiento era positivo, ya que las redes de la plataforma corrían el riesgo de sobrecargarse.

Con la explosión del consumo, ¿es posible que Internet se colapse?

La respuesta es no.

Hablamos de una red interconectada, extremadamente resiliente y, por tanto, con gran capacidad para mantener los niveles de funcionamiento ante anomalías como la sobrecarga operativa o problemas de configuración. Para que se entienda mejor, esto significa que si mañana una guerra destruyera países enteros, Internet seguiría funcionando.

Junto a esto, hay proyectos de expansión en marcha que permitirán que la red llegue, literalmente, a todos los rincones del planeta. Este año, SpaceX, la empresa de Elon Musk, puso en marcha el proyecto Starlink. Consiste en la creación de una red de pequeños satélites que, cuando estén en funcionamiento, podrán expandir Internet incluso a comunidades aisladas. Desde enero se han lanzado al espacio 300 satélites.

La tecnología ha sido clave para generar productividad en el actual escenario de restricciones. Mientras la pandemia parece poner a prueba la capacidad de Internet, se abre espacio para iniciativas que transformarán, para mejor, el futuro de la red. Aunque haya reducciones de velocidad, seguirá expandiéndose. Y, por ahora, no es un virus el que puede cambiar eso.

Por Hugo de Souza Santos

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